Fuencarral -Peñagrande

Imagínate esto: una planta baja totalmente exterior, de 73 metros, en una zona de Madrid que combina lo mejor: tranquilidad, servicios y vida de barrio. Eso es lo que ofreces con esta joyita en Peñagrande.

Desde el primer momento, la vivienda seduce. Todas las estancias tienen ventana, lo que garantiza luz natural y ventilación cruzada en cada rincón (sí, despiertas con luz, no con penumbras). La reforma integral ha sido diseñada con ojo de interiorismo: suelos cerámicos que imitan tarima de roble —elegancia sin complicaciones de mantenimiento—; baldas de obra en los baños, hechas a medida en cerámica, combinando funcionalidad con estética; y un trasdosado completo alrededor de la vivienda para blindarla frente a humedades. Aquí no solo compras un piso bonito: compras comodidad, durabilidad y tranquilidad futura.

En cuanto al salón comedor, es el protagonista. Espacioso, bien distribuido, con zona de comedor donde invitar a amigos sin chocar con muebles ni pared, con una luz que lo acaricia durante buena parte del día. Y sus dos habitaciones dobles tienen lo que muchos buscan: armarios empotrados, para que no haya excusas con el orden. La habitación principal cuenta con baño en suite y lavabo doble (¡adiós colas para el aseo matutino!). El otro baño es completo y da servicio al resto de la casa con ese estilo discreto y eficiente que uno agradece.

También destacar: calefacción por gas, ventanas con rotura de puente térmico y aire acondicionado en el salón. O sea, frescura en verano, calor en invierno, sin sorpresas. Todo mimado para vivir bien desde el día uno.

Pero ojo: esto no es sólo en el interior. Vivir en Peñagrande equivale a disfrutar de un equilibrio inteligente entre naturaleza urbana y ciudad. Es un barrio residencial, consolidado y muy valorado por su calidad de vida. Ofrece zonas verdes, ambiente tranquilo y servicios al alcance de la mano.

La comunicación es una de sus cartas de presentación: la línea 7 de Metro, con estación Peñagrande, conecta con el resto de la ciudad de forma eficaz. Y además hay varias líneas de autobús que cruzan el barrio y conectan con plazas clave y hospitales.

¿Sabes qué más? En Peñagrande están cerca centros educativos, supermercados, comercios de cercanía, servicios de salud y, cómo no, el Centro Comercial La Vaguada como referente de compras y ocio en zona norte.

Otro punto interesante: el precio por metro cuadrado en Peñagrande muestra que es una zona muy valorada y con tendencia estable, lo que convierte la compra no solo en una decisión de vida, sino también en una inversión inteligente.

Para quien busca dar ese salto de inquilino a propietario, este piso es ideal. En las circunstancias actuales —con alquileres por las nubes—, adquirir una hipoteca puede salir más rentable que seguir pagando alquiler para “vivir de prestado”. Con este inmueble, compras vivienda + tranquilidad + estilo + ubicación.

En definitiva, esta planta baja en Peñagrande no es solo una vivienda: es el escenario perfecto para empezar una nueva etapa con calidad de vida, comodidad y todo lo que necesitas a mano. Un hogar donde cada detalle ha sido cuidado para que no tengas que preocuparte por nada más que disfrutarlo.